Las baterías BYD están fabricadas con una exclusiva tecnología de litio-hierro-fosfato, que no genera ningún coste de mantenimiento, ya que no requiere de líquidos ni cambios de batería.
Tampoco es necesario manejar ácidos, lo que las convierte en extremadamente seguras, ni emiten gases, por lo que son las baterías más respetuosas con el medio ambiente.
Si hay algo destacado, es el hecho de que en menos de dos horas se puede tener la batería totalmente cargada, frente a las 8-11 horas que tarda en cargarse completamente una batería normal.
Hasta ahora, los operarios se veían obligados a cambiar la batería de las carretillas para cargarla mientras trabajaban con otra, las baterías de las carretillas BYD no hace falta sacarlas.
Ya no es necesario disponer de más de una batería por cada máquina para poder trabajar a pleno rendimiento, lo que supone un aumento de la productividad de las empresas.
Muchos de nuestros clientes pueden hacer tres turnos de trabajo con una sola batería.
Otra ventaja es que no tienen efecto memoria en la carga. Las baterías convencionales tenían sus ciclos de carga rápida, que acortaban la vida útil de la batería. Había que esperar a que un ciclo de carga estándar se completase para poder trabajar con la carretilla. La ausencia de efecto memoria de las carretillas BYD las hace muy versátiles, al poderse cargar parcialmente el tiempo que el operario desee: 10 minutos, 15, 20, media hora… da igual el tiempo, ya que ello no afecta a la vida útil de la batería, que tras 8 años seguirá teniendo una eficacia de carga superior al 65%.
Por último, otra de las ventajas son sus ciclos de carga. Mientras que las baterías de plomo ácido permiten unos 2.500 ciclos de carga y las de ion litio unos 5.000, las carretillas de litio-hierro-fostato de BYD tienen una media de 22.000 ciclos de carga.
Si desea probarlas, visítenos sin compromiso. Indíquenos que día prefiere:
